IGLESIA DE SAN ESTEBAN, PP. DOMINICOS
La Iglesia de San Esteban, o conocida también como la de los Dominicos por ser ésta propiedad de dicha orden, comenzó a construirse en 1524 y concluyó en 1610. En ella invirtieron su trabajo varios arquitectos (Juan de Álava, Fray Martín de Santiago y Gil de Hontañón) y es una parte del convento anexo que lleva su mismo nombre. Constituye una mezcla muy bella de distintos estilos arquitectónicos, que van desde el gótico final hasta el barroco, predominando el plateresco en su mayoría. Destaca su fachada, en estilo plateresco, que sirve de retablo formando un arco de triunfo en el que se representa el martirio de San Esteban y por encima un calvario. Ambos relieves son obra de Juan Antonio Ceroni a comienzos del S. XVII.
Tiene planta de cruz latina, de una sola nave, con el coro elevado sobre un arco escarzano a los pies de la iglesia. En dicho coro destacan la pintura del Triunfo de la Iglesia, de Antonio Palomino, y una Virgen con el Niño, de Rubens. El retablo mayor es de una espectacularidad excepcional. Es obra de José de Churriguera y remata la cabecera de la iglesia. Está compuesto por seis grandes columnas salomónicas recubiertas de decoración vegetal. Se encuentran hornacinas en las que están Santo Domingo de Guzmán y San Francisco de Asís. También es digno de destacar la pintura de Claudi Coello, cuya temática es el martirio de San Esteban, que se encuentra como centro en el segundo cuerpo del retablo. En la iglesia, la Capilla de la Hermandad Dominicana se encuentra en la primera capilla del lado de la Epístola. Se acondicionó como tal en el año 2001 ya que, anteriormente, las imágenes estaban distribuidas por separado en el templo. Ahora, podemos contemplar a tres de nuestras Imágenes Titulares (Ntro. Padre Jesús de la Pasión, Stmo. Cristo de la Buena Muerte y Ntra. Sra. de la Esperanza) juntas recibiendo culto.
SIB CATEDRAL NUEVA DE SALAMANCA
Su construcción tuvo lugar entre 1513 y 1733 y está adosada a la Catedral Vieja. Entre los grandes maestros arquitectónicos que dirigieron las obras durante casi dos siglos y medio figuran: Juan y Rodrigo Gil de Hontañón, Juan de Álava, Juan Setién Güemes, Pantaleón Pontón, los hermanos Churriguera o Juan de Sagarbinaga. Confluyen variedad de estilos aunque predomina en su conjunto el gótico creando una unidad estilística en este arte. Se trata de una iglesia con planta rectangular, de tres naves, donde además median numerosas capillas hornacinas entre cortafuertes. En lo alto coronan bóvedas estrelladas y en el crucero se yergue un magnífico cimborrio que culmina en una cúpula semiesférica rematada en linterna. Relieves con ocho escenas de la Virgen rodean su interior.
Noventa vidrieras, procedentes de Flandes, ofrecen luz al templo. En sus muros también se extienden dos galerías corridas en dos alturas en las que destacan medallones de profetas, evangelistas, doctores y otros escudos catedralicios. En el exterior destaca la fachada principal, profusa en detalles de relieves sobre el Nacimiento y la Epifanía. En lo alto se encuentra Cristo crucificado, flanqueado por San Pedro y San Pablo. También cabe destacar la Puerta de Ramos, en donde se presenta la entrada de Jesús en Jerusalén. Y como no podía ser de otra manera, el coro. Está compuesto por una rica sillería (98) representándose imágenes del Salvador, Apóstoles, Virgen, Santos y Santas.
Por otro lado, a parte de las numerosas capillas que contiene la SIB Catedral Nueva, nos detendremos en una: la del Santísimo. Allí está expuesta al culto Nuestra Señora de los Dolores (la Piedad). En ella se sitúa un retablo que contiene a San José con el Niño en brazos. En el ático hay un lienzo de Santiago Matamoros. La capilla está cubierta por una cúpula neoclásica fundada por el racionero Juan M. García Serrano, quien dotó a la capilla con el retablo, la reja y la imagen de la Piedad.
CASA DE HERMANDAD (sede social)
La Casa de la Hermandad Dominicana, inaugurada el 21 de diciembre de 1996, se encuentra en la calle Marquesa de Almarza, 27. Esta cofradía fue la primera en contar con Casa de Hermandad. Sirve como punto de encuentro para sus hermanos, a quienes acuden para interesarse por ella y en la que se trabaja durante todo el año en tareas de gestión y otros quehaceres típicos y necesarios en una institución como esta.